La indefensión aprendida es un fenómeno psicológico en el que un individuo aprende a sentirse impotente y a pensar que no puede controlar los eventos en su vida, a pesar de que existen oportunidades para cambiar la situación. Este concepto fue desarrollado por el psicólogo Martin Seligman en la década de 1960.
Historia
La indefensión aprendida fue descubierta por Martin Seligman y sus colegas durante una serie de experimentos con perros en los años 60. En estos experimentos, los perros fueron sometidos a descargas eléctricas incontrolables. Con el tiempo, incluso cuando se les dio la oportunidad de escapar de las descargas, los perros no lo intentaron, mostrando un comportamiento de resignación y pasividad.
Síntomas
- Sentimientos de impotencia y desesperanza.
- Falta de motivación para intentar cambiar situaciones adversas.
- Baja autoestima.
- Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras.
- Aislamiento social.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Ansiedad y depresión.
Causas
La indefensión aprendida puede ser provocada por una serie de factores, incluyendo:
- Experiencias repetidas de fracaso o control externo.
- Abuso emocional, físico o psicológico.
- Situaciones laborales o académicas opresivas.
- Enfermedades crónicas o condiciones médicas debilitantes.
- Entornos sociales o culturales que refuerzan la impotencia.
A quién afecta
La indefensión aprendida puede afectar a personas de todas las edades, géneros y antecedentes. Sin embargo, es más común en individuos que han estado expuestos a situaciones de estrés o trauma prolongado, como víctimas de abuso, personas con enfermedades crónicas, o aquellos en entornos laborales opresivos.
Consecuencias
Las consecuencias de la indefensión aprendida pueden ser graves y afectar múltiples áreas de la vida de una persona, incluyendo:
- Problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.
- Deterioro en el rendimiento académico o laboral.
- Relaciones interpersonales conflictivas o disfuncionales.
- Aumento del riesgo de abuso de sustancias.
- Disminución de la calidad de vida en general.
Patologías asociadas
La indefensión aprendida está asociada con varias patologías, tales como:
- Depresión mayor.
- Trastorno de ansiedad generalizada.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Trastornos de personalidad.
- Trastornos del sueño.
Tratamiento
El tratamiento de la indefensión aprendida generalmente incluye una combinación de enfoques terapéuticos, tales como:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativos y fomentar una actitud más positiva y proactiva.
- Terapia de exposición: Utilizada especialmente para tratar el TEPT y las fobias, ayuda a las personas a enfrentarse a situaciones temidas de manera controlada.
- Psicoterapia de apoyo: Proporciona un espacio seguro para explorar y procesar experiencias traumáticas.
- Medicación: En algunos casos, pueden recetarse antidepresivos o ansiolíticos para manejar los síntomas.
- Entrenamiento en habilidades: Enseña técnicas de resolución de problemas y habilidades sociales para mejorar la capacidad de enfrentar situaciones adversas.
Resumen
La indefensión aprendida es un estado psicológico en el que una persona se siente impotente para cambiar su situación, incluso cuando tiene el poder de hacerlo. Descubierto por Martin Seligman en los años 60, este fenómeno puede surgir de experiencias repetidas de fracaso o abuso, y puede afectar a individuos de todas las edades y antecedentes. Los síntomas incluyen sentimientos de desesperanza, baja autoestima y falta de motivación, y puede llevar a serias consecuencias como depresión y problemas de rendimiento. El tratamiento incluye terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, psicoterapia de apoyo y, en algunos casos, medicación.