La manipulación puede manifestarse de muchas maneras, a veces tan sutiles que ni siquiera somos conscientes de que lo estamos haciendo. Aquí hay algunos comportamientos que pueden indicar que estás siendo manipulador sin darte cuenta:
Victimismo
- Siempre te presentas como la víctima en una situación, incluso si no es el caso, para ganar simpatía o evitar responsabilidades.
Culpabilización
- Haces que los demás se sientan culpables por no estar de acuerdo contigo o por no hacer lo que quieres.
Evitar la confrontación directa
- En lugar de expresar tus necesidades o preocupaciones de frente, das pistas, haces comentarios pasivos-agresivos o recurres a la ironía.
Gaslighting
- Haces que alguien dude de su propia percepción, memoria o sentimientos, sugiriendo que lo que recuerdan o sienten está equivocado.
Dar para recibir
- Siempre esperas algo a cambio cuando haces favores, incluso si inicialmente dijiste que no esperabas nada.
Amenazas veladas
- Haces comentarios que suenan como advertencias o consecuencias si alguien no actúa de la manera que deseas.
“Prueba de amor”
- Pides a alguien que demuestre cuánto te quiere o aprecia a través de acciones específicas.
Hablar mal de otros
- Hablas mal de otras personas para que los demás duden de ellos y confíen más en ti.
Cambios de humor extremos
- Usas tus emociones como una herramienta para que los demás hagan lo que quieres, p. ej., si estás de mal humor, es porque alguien no ha hecho algo por ti.
Recuerdos selectivos
- Olvidas convenientemente promesas hechas o eventos pasados para que se ajusten a tu narrativa.
Minimizar los sentimientos de los demás
- Restas importancia a las emociones y preocupaciones de los demás, sugiriendo que están siendo demasiado sensibles o irracionales.
Comparaciones desfavorables
- Comparas a alguien con otras personas para hacerles sentir que no están a la altura o para influir en su comportamiento.
Reconocer estos comportamientos en uno mismo es el primer paso para cambiar y desarrollar relaciones más saludables y genuinas. Si identificas alguno de estos patrones en ti mismo, considera reflexionar sobre tus intenciones y, si es necesario, busca apoyo o terapia para trabajar en ellos.